Estaba yo tranquilamente
caminando por ahí
y sentí que de repente
algo entre la gente
me quemaba a mí.
Me di vuelta y vi tus ojos
y sentí la quemazón
que subía al vivo rojo,
poniendo candela en mi corazón.
Y sin ton ni son,
me puse a gritar
pa' llamar la atención:
Que vengan los bomberos,
que me está mirando,
que vengan los bomberos,
que esto es un incendio.
Que vengan los bomberos,
que me está quemando,
que vengan los bomberos,
que me estoy muriendo.
(bis)
~ ~ ~
Y llegaron los bomberos
con la bulla que se armó
y uno dijo: compañero,
¿dónde está el incendio,
quién lo provocó?
Yo le señalé tus ojos
y después mi corazón
y enroscando la manguera,
sin pensar siquiera,
me dio un remojón.
Luego te miró
y en un santiamén
él gritaba también:
Que vengan los bomberos,
que me está mirando,
que vengan los bomberos,
que esto es un incendio.
Que vengan los bomberos,
que me está quemando,
que vengan los bomberos,
que me estoy muriendo.
(bis)
Fuego, ay cuidado fuego,
mulato no me mires más,
mira que me consumo,
ay fuego, fuego, cuidado fuego,
tus ojos son candela,
brasa, carbón y humo.
~ ~ ~
¡ Que vengan los bomberos !
¡ Que vengan los bomberos !
¡ Que vengan los bomberos !
¡ Que vengan los bomberos !
Que vengan los bomberos,
que me está mirando,
que vengan los bomberos,
que esto es un incendio.
Que vengan los bomberos,
que me está quemando,
que vengan los bomberos,
que me estoy muriendo.
(bis)