Que emane, como la sangre.
Deja que emane, que emane, que emane,
que corra, que escurra,
que brote, que fluya
como emana la sangre en una herida abierta,
como el castigo al pecado de Eva
que afecta a toda especie de hembra.
Que emane, como la sangre.
Deja que emane, que emane, que emane,
que corra, que escurra,
que brote, que fluya
como emana el llanto y se convierte en ríos
que desembocan al mar del olvido,
donde se ahogan el dolor y el grito.
Que emane el terror,
el desprecio, el rencor,
y toda vejación, desconsuelos.
Que emane el sudor
y toda humillación,
la venganza, el pesar
y tantos miedos.
Que emane, como la sangre.
Deja que emane, que emane, que emane,
que corra, que escurra,
que brote, que fluya
como emana el cuerpo de un recién nacido,
que con su madre se funden en un grito
contra las miserias para sus destinos.
Que emane el terror,
el desprecio, el rencor,
y toda vejación, desconsuelos.
Que emane el sudor
y toda humillación,
la venganza, el pesar
y tantos miedos.
Que emane el dolor,
las descargas de horror,
el odio, el rencor y su recuerdo,
Que emane el "ya no",
el sollozo en la voz,
y este llanto que rompe mi pecho.
Que fluya.
Que siga.
Que se diluya.
Que corra.
Que no se detenga en mi cuerpo.
Que no me envenene por dentro.
Que siga...
Que emane el terror,
el desprecio, el rencor,
y toda vejación, desconsuelos.
Que emane el sudor
y toda humillación,
la venganza, el pesar
y tantos miedos.
Que emane el dolor,
las descargas de horror,
el odio, el rencor y su recuerdo,
Que emane el "ya no",
el sollozo en la voz,
y este llanto que rompe mi pecho.
Que emane, que emane.