Podemos partir a algún lado,
perder nuestro tiempo por nada
y jugar a correr apuestas
para apostar nuestro destino.
Podemos creer en los dioses,
buscar una razón
para jugar con fuego,
tatuarnos sus nombres.
Podemos mentir en la vida
y renunciar a todos nuestros sueños,
incluso entregarnos sin un solo grito
y después caer en una trampa.
Cuando amar no es suficiente.
Cuando amar no es el regalo que esperamos,
nos rehusamos a estar vivos.
Podemos cambiar el mundo
en nuestra cabeza sin hacer nada.
Motivadas, incluso las sombras
se cansan de la luz.
Podemos hablar para nada
y luego recorrer nuestra vida,
inventarnos sufrimientos
sólo para compensar nuestro aburrimiento.
Cuando amar no es suficiente.
Cuando amar no es el regalo que esperamos,
nos rehusamos a estar vivos.
Cuando amar no es suficiente.
Cuando queremos vivir más allá de los sentimientos,
nada puede detenernos demasiado tiempo.
Cuando amar no es suficiente.