Tenemos un mundo pequeño que no aparece en los mapas.
Un tren al infinito y un vuelo sin vuelta.
Si quieres venir conmigo no traigas equipaje,
ya sabes cómo es este camino.
Tenemos un trozo de cielo y un día que empieza.
Una pequeña guarida secreta con las puertas abiertas.
No toleramos la ley tal como está establecida
y en nuestras manos no hay nada para siempre.
Y alguna noche, cuando calla la ciudad,
salimos volando sobre los tejados,
con un deseo agárrame fuerte y no mires abajo,
se el viento.
Llevamos dentro aún,
los sueños de aquellos niños
que buscaban a los piratas
en las estrellas.
Nadie nos ha dicho que el tiempo no deja ninguna herida,
pero por los caminos tranquilos hay poca poesía.
Pequeño trocito de cielo en esta tierra triste.
Tú eres mi tristeza preferida.
Y alguna noche, cuando calla la ciudad,
salimos volando sobre los tejados,
con un deseo agárrame fuerte y no mires abajo,
se el viento.
Llevamos dentro aún,
los sueños de aquellos niños
que buscaban a los piratas
en las estrellas.