Tal vez no sirva de nada mi mejor esfuerzo,
no hay palabra en este mundo que te haga cambiar;
elegiste tu camino aunque yo quede lejos,
decidiste caminar sin mí.
Se comenta que tus labios ya encontraron otros,
y los míos no han secado tu sabor.
Yo he ganado un premio por el corazón más roto
y tú ganaste mi dolor.
Doy gracias a Dios de que te alejaras,
yo tengo mi voz, tú no tienes nada.
Tengo mi garganta, tengo mis manos,
tengo la luz por si no me ves,
tengo la fuerza, sigo cantando,
traigo la luz.
Y ahora dime: ¿Qué tienes, qué tienes tú?
Sólo dime: ¿Qué tienes, qué tienes tú?
Ya que me dejaste claro lo que me merezco,
me quisiste dar condena, pero no.
Si te pusiste los zapatos en aquel momento,
ahora no pidas perdón.
Doy gracias a Dios de que te alejaras,
yo tengo mi voz, tú no tienes nada.
Tengo mi garganta, tengo mis manos,
tengo la luz por si no me ves,
tengo la fuerza, sigo cantando,
traigo la luz.
Y ahora dime: ¿Qué tienes, qué tienes tú?
Sólo dime: ¿Qué tienes, qué tienes tú?
No, no, no.
Ya no tienes más que darme,
¿Qué tienes tú?
Voy a caminar sin ti
una vida por delante,
ya no vives más en mí.
Tengo mi garganta, tengo mis manos,
tengo la luz por si no me ves,
tengo la fuerza, sigo cantando,
traigo la luz.
Y ahora dime: ¿Qué tienes, qué tienes tú?
Ven y dime: ¿Qué tienes, qué tienes tú?