Como lluvia en el desierto estoy aquí,
esperando en la ventana... No sé qué decir...
¿Cómo estás? ¡Perdóname!
Nunca más te haré volver a llorar...
¡Nunca más...!
Me reprochas todo el daño que causé;
que no es la primera vez, que es tarde ya.
Y me dices que es mejor
terminar con este amor
por temor a sufrir más...
¿Qué será de mí cuando te vayas?
¿Qué será de mí cuando no estés?
No habrá mañana, sólo el sufrimiento
que me está matando al vivir del recuerdo
si te vas, amor...
¡Si tú te vas!
Oh, no...
Como un tonto arrepentido estoy aquí,
esperándote a la puerta antes de partir.
No te vayas, por favor:
¡no te lleves mi ilusión!
Cree en mí y en este amor...
¿Qué será de mí cuando te vayas?
¿Qué será de mí cuando no estés?
No habrá mañana, sólo el sufrimiento
que me está matando al vivir del recuerdo
si te vas, amor...
¡Si tú te vas!
¿Qué será de mí si no te tengo?
¿Qué será de mí cuando te alejes de mí?
No habrá motivo de seguir viviendo
al saber que es mi culpa y que te estoy perdiendo
si te vas, amor...
¡Si tú te vas!
Oh, no...
¿Qué será...?