Robin Hood y Little John
venían por el bosque
riendo de las bromas
que solían los dos decir,
recordando hechos
y sucesos divertidos.
¡Qué alegría, amigos!
¡Ah, qué día más feliz!
Sin pensar siquiera que metidos en el agua
peligraban al ponerse a jugar.
Sin pensar en que el tramposo sheriff y sus hombres
acechaban y los iban a atacar.
Robin Hood y Little John
huyendo por el bosque
saltan bardas y árboles
tratando de escapar
y logrando otra vez
burlar así al perseguidor.
¡Qué alegría, amigos!
¡Ah, qué día más feliz!
¡Qué alegría, amigos!
¡Ah, qué día más feliz!