Cómo puede el frío quemarme tan severamente
Que el calor se siente como brasas?
Cómo puede el viento atormentarme tan fuerte?
Susurra de mi muerte
Cargo con la tristeza a cada paso
Solo puedo andar torpemente a tientas
Doy la poca energía* que me queda
A la malevola noche subártica
En la luz del atardecer una llama arde
Veo la desolada, congelada tierra
Veo y rezo por mi alma
Encuentro el hielo y la nieve de Qaqortoq
Me despido, digo adios
Sonrío, muero congelado
Tan calmo, tan poderoso, tan implacable
El silencio en el que lentamente me ahogo
Una cadena, un puño de cristales de hielo
Cuando la noche termina soy libre
Perdido en el blanco mar congelado
Sin misericordia*
Mi lugar de descanso será tambien mi tumba
Estaré aqui por siempre
Yo solo sigo el compás de Odín
Y el sórdido trato del destino
Reconciliado con la pesada carga de mi destino
Hacia mi otra vida
En la luz del atardecer una llama arde
Veo la desolada, congelada tierra
Veo y rezo por mi alma
Encuentro el hielo y la nieve de Qaqortoq
Me despido, digo adios
Sonrío, muero congelado
Qaqortoq, te vislumbro a la luz del atardecer
Tu rostro me da paz y alivio
Contemplo las cálidas casas en la distancia
Le dan alegría a mi cansado corazón
En la luz del atardecer una llama arde
Veo la desolada, congelada tierra
Veo y rezo por mi alma
Encuentro el hielo y la nieve de Qaqortoq
Me despido, digo adios
Sonrío, muero congelado
En la luz del atardecer la muerte se quema
Como sangre congelada el cielo rojo
Sonríe pero no quiere nada bueno
Mi tiempo ha terminado, todo ha pasado
En momentos el espíritu se libera
Me despido por última vez
La poderosa, fría avalancha
Indomable, como salvaje inundación de primavera
La calma toma el lugar del miedo y el horror
No sólo, no triste, ya no más frio