[Verso 1, ANIVAR]:
A menudo sucede algo que hace que duela el alma.
Por dentro todo está vacío, alguien te grita.
Y el corazón, desgarrado por la incomprensión,
su pulso late más rápido, conteniendo la respiración.
Quieres irte, huir lo más lejos posible
de la vanidad, las traiciones y falsedad de la gente,
a donde no haya hostilidad ni necedad,
ir a donde no haya mentira sino sentimientos sinceros.
A menudo sucede algo que piensas “es todo tan difícil”.
Odias. No se puede vivir más así.
Con los ojos cerrados, quieres salir volando, como un pájaro;
y volando, no regresar nunca.
No regresar nunca.
No regresar, no regresar.
[Estribillo]:
De rodillas en el silencio nocturno,
Dios conoce el vacío de tu alma.
Admite tus faltas, no te apresures, porque
Él te ha esperado mucho tiempo. Te pido que no calles.
Pasan los días, las semanas, después los años.
Sin Dios seguirás para siempre
en este mundo en el que no existe el amor verdadero,
así que no te engañes a tí mismo.
[Verso 2, ANIVAR]:
Todo es monocromo, en tonos de color gris.
Estás tan cansado, ¿Dónde hallar respuestas?
Y olvidando a tu Creador
buscas sin parar respuestas en la gente.
Detente, pídele a Dios.
Él es feliz de poder ayudar, pero no sientas vergüenza.
Bendito seas en tu camino, pues
Dios te espera, ve pronto hacia Él.
[Estribillo]:
De rodillas en el silencio nocturno,
Dios conoce el vacío de tu alma.
Admite tus faltas, no te apresures, porque
Él te ha esperado mucho tiempo. Te pido que no calles.
Pasan los días, las semanas, después los años.
Sin Dios seguirás para siempre
en este mundo en el que no existe el amor verdadero,
así que no te engañes a tí mismo.