Prométeme
que antes de dormir,
alguna vez, no todas las noches,
te enamorarás
y o poco o mucho te contentarás.
Prométeme
que antes de sopesar
el siguiente paso y pensar si vale
te acordarás de sentir qué quieres en tu interior.
Voces de miel para recordar,
remontar.
Y como los marineros en el mar
no sentir el confín.
No sentir el confín.
Prométeme
que dejaras entrar el sol
que endura los huesos y reconforta al corazón
incluso cuando
vivas sólo de noche o con problemas.
Prométeme
que nunca te mentirás,
ni tomarás el pelo pensando que nunca
puedes presumir por casualidad
o nunca sentirte mejor.
Voces de miel para oír de nuevo,
para remontar.
Y como los marineros en el mar
no encontrar el confín.
Contigo he aprendido a decir
"Te quiero mucho"
y a saltar sin contar,
y que lo que cuenta es lo que se queda.
Y que lo que cuenta es lo que se queda.
Todo baja para subir de nuevo.
Se mantiene firme y se deja llevar.
Y todo pasa por un canal.
Todo sirve, todo es especial.
Así es como me gusta pensar.
Contigo he aprendido a decir
"Te quiero mucho"
y a saltar sin contar,
y que lo que cuenta es lo que se queda.
Cambia todo pero eso se queda
siempre igual,
y creo que esto es amor.
Y creo que esto es amar.