Soy un prisionero.
Me fui preso por querer robar tu amor
de ese gil ingrato
que hace rato el tiempo te hace perder.
Pero lo sé, no es nada fácil.
Tu corazón se enreda bien con el de él.
Soy un prisionero,
un pasajero de la última estación.
Donde estoy, no voy solo.
Acá varios van en la misma que yo.
¿Será tu luz un gran deseo
que hasta de lejos me desarma lo que sé?
¿Será tu luz?
Cada vez que abres tu corazón
que va pisando fuerte por el mundo alrededor,
todos tus deseos son realidad.
No dejas de hablar.
Escucho tu voz.
Prisionero soy.
Soy un solitario,
un pelagato que nada en la multitud.
Como lo que encuentro
y me duermo yo soñando algo mejor.
¿Será tu luz un gran deseo
que hasta de lejos me desarma lo que sé?
¿Será tu luz?
Cada vez que abres tu corazón
que va pisando fuerte por el mundo alrededor,
todos tus deseos son realidad.
No dejas de hablar.
Escucho tu voz.
Prisionero soy.
Eres como el viento, llegas suave y te vas lento.
Vas pasando por mis dedos y te vas.
Pero cuando llueve tus gotas caen del cielo
bendiciendo a todos los demás.
Una gota... una gota.
Soy tu compañero.
Estoy preso en el mismo lugar que tú.