Cerraré los ojos y olvidaré las ofensas,
Hasta lo que no vale la pena, perdonaré.
Ven a mi casa, las puertas están abiertas,
Les doy la copa de vino y una canción cantare.
Cantaré sobre la desunión y sobre el destino,
Sobre la ridícula muerte y la alegre vida.
Como siempre ahora, a sus ojos les miro,
Tal vez más cantare, si ustedes lo pidan.
Cantare hasta el llanto y hasta la madrugada,
El tiempo va a temblar con la cuerda en “si”,
Cantare para ti y espero con ganas,
Solo, que no dirán nada malo de mi.
Cerraré los ojos y olvidaré de todo,
Hasta lo que es imposible, perdonaré.
Es difícil cambiar, Dios sabrá, que ni modo,
Me disculpan lo malo, nada mas les diré.