Yo lo atisbé,
sus ojos vacíos, deslavados
y bajo la piel marchita
un bebé tan frágil.
Yo lo atisbé
y sin embargo el fue
una sonrisa, mejillas rosas
en un pasado demasiado lejano.
El cielo lo ignoró
y lo adhirió a la tierra.
Sin brújula, sin punto de referencia.
el erra por nuestros desiertos.
Sin embargo, el conoció
sus senos,
su dulzura.
Sin embargo, ella lo apretujó
totalmente contra su corazón.
Sin embargo, ella lo amó
al menos algunas horas.
¿Entonces por qué
y de dónde
viene su infelicidad?
El habría jugado en el jardín
con sus amigos,
se habría rodado sobre la hierba
con su perro.
Y más tarde en la noche,
su voz, de un suspiro
lo habría mecido
con historias muy bellas
sobre reyes y caballeros.
Si algunas hadas
en la felicidad
marcan caminos,
ante la violencia
ellas marcaron el suyo.
Sin embargo, el conoció
sus senos,
su dulzura.
Sin embargo, ella lo apretujó
totalmente contra su corazón.
Yo lo veo extraviado,
vagando a solas
ahí por la mañana
soñando con la evasión,
un volcán en erupción,
y vivir su vida de galeote.
Sin embargo, el conoció
sus senos,
su dulzura.
Sin embargo, ella lo apretujó
totalmente contra su corazón.
Sin embargo, ella lo amó
al menos, al menos algunas horas.
Oh oh oh.
Oh oh oh.
La la oh oh oh oh.
La la oh mmm,
y sin embargo ella lo amó.
Y sin embargo ella lo dejó.
Yo lo atisbo, un niño viejo olvidado.
Yo lo atisbo, ¿pero cómo olvidarlo?