Por una cabeza de un noble potrillo
Que justo en la raya afloja al llegar
Y que al regresar parece decir:
«No olvides, hermano,
Vos sabes no hay que jugar.»
Por una cabeza metejón de un día
De aquella coqueta y risueña mujer,
Que al jurar sonriendo
El amor que está mintiendo
Quema en una hoguera todo mi querer.
Por una cabeza
Todas las locuras;
Su boca que besa
Borra la tristeza
Calma la amargura.
Por una cabeza
Si ella me olvida
Que importa perderme
Mil veces la vida;
¿Para qué vivir?
Cuantos desengaños, por una cabeza,
Yo juré mil veces no vuelvo a insistir
Pero si un mirar me hiere al pasar,
Su boca de fuego, otra vez, quiero besar.
Basta de carreras, se acabó la timba,
Un final reñido yo no vuelvo a ver,
Pero si algún pingo
Llega a ser fija el domingo,
Yo me juego entero, qué le voy a hacer.
Por una cabeza
Todas las locuras;
Su boca que besa
Borra la tristeza
Calma la amargura.
Por una cabeza
Si ella me olvida
Que importa perderme
Mil veces la vida;
¿Para qué vivir?