Me miras desde el fondo del bar.
Tus ojos disparando a matar.
Tu piel desborda mi fantasía.
Contigo las noches no acabarían.
Si tú fueras mía,
qué no te daría
Por ser tu dueño
y a ras del cielo
probar contigo a ser dos.
Por ir tan lejos
como en mis sueños
y atar... tu pasión.
Ando buscando alguna señal.
Déjame ver tu complicidad,
que la impaciencia me está matando.
Ya no puedo esperar.
Tu sonrisa invita a naufragar.
Por ser tu dueño
y a ras del cielo
saber cuál es tu sabor.
Y ver tu puerto,
andar tu cuerpo,
perder en ti la razón.
Son las tres, hora de empezar a saber
si este viernes terminó.
Vamos, dime que no.
Por favor, deja que arañe tu corazón.
No perdemos nada.
Las calles se han quedado vacías.
Empieza a amanecer
y entre risas tú besándome.
Por ser tu dueño
y a ras del cielo
probar contigo a ser dos.
Y ser tu puerto,
andar tu cuerpo,
perder en ti la razón.
Por ser tu dueño
y a ras del cielo
saber cuál es tu sabor.
Por ser tu dueño,
andar tu cuerpo
perder en ti la razón.