Mare de mi alma,
mira qué bonitos
van los gitanitos
repicando palmas.
La niña que baila,
los niños cantando,
y otros jaleando
se doblan las palmas.
Por entre olivares
se marchan los niños,
y son sus cantares
besos de cariño.
Marecita mía,
se van alejando.
Mi gran alegría
triste va quedando.
La lunita pura,
en el firmamento
traza un juramento
de buena ventura.
Y en el cielo raso,
cuajado de estrellas,
las coplillas bellas
se dan un abrazo.
Por entre olivares
se marchan los niños,
y son sus cantares
besos de cariño.
Marecita mía,
se van alejando.
Mi gran alegría
triste va quedando.