Las rodilleras verdes en los pantalones,
echar una carrera a ver quién llega primero
y las porterías hechas con las camisetas
en aquel jardín de Cinecittà.
Luego, tumbados con los ojos escrutando el cielo,
cansados los aviones sobre nosotros,
en la arena, compartiendo la misma toalla,
dentro de estas Polaroid.
Dos minutos para siempre,
dos minutos de nosotros.
Dos minutos para siempre,
en estas Polaroid.
Desvaídas ahora,
pero en mí, el color no desaparece.
A veces la melancolía
nos sirve para avanzar,
nos recuerda que somos importantes.
Cigarrillo compartido
en el patio de la escuela,
el descubrimiento de aquella verdad,
cara dura pero con un nudo en la garganta,
¿dónde estará ella hoy?
El aroma de tu pelo inimitable,
consumir a toda prisa la libertad,
¿qué te queda de esos momentos
dentro de estas Polaroid?
Dos minutos para siempre,
dos minutos de nosotros.
Dos minutos para siempre
en estas Polaroid.
Desvaídas ahora,
pero en mí, el color no desaparece.
A veces la melancolía
nos sirve para avanzar,
nos recuerda que somos importantes.
(Coro): Todavía nosotros,
dos Polaroid,
para siempre nosotros,
dos Polaroid.
Las frondas de los árboles,
las flores blancas sobre nosotros,
haciendo el amor a escondidas,
a escondidas.