Del claro lado de la tormenta caímos en todas las calles,
y cada la segunda de la realidad nos inmoviliza.
El sistema es lo más mal y para siempre seré contra esto
y tú no olvides quién eres y al cuyo lado estás.
Tú, móstrame, olvida los peligros,
cuando la luz me golpea, despacio, despacio me acerco.
Mientras volamos alrededor de la ciudad te digo que no tengas miedo porque los ángeles están reuniendo el ejército.
Y deja que las sombras pasen y que nos calenten las alas hasta la mañana porque cuando viene el nuevo día me hago inquieto
y hago lo que sé y no pregunto a nadie.
Tú, móstrame, imagina y no te preocupes,
el tiempo de nuestra luz despacio, despacio está viniendo.
Porque te amo y te digo que puedes hacerlo todo
en cada la ciudad, en cada la vida te susurro.
Y paso por todas partes y solamente los espíritus me oyen
y te llevo allí donde los miedos mueren.
Tú, móstrame, móstrame, móstrame,
cuando el cielo se abre despacio, despacio encima de todos.