Guarda tu hogar, ángel,
e quita la telaraña de tus ojos,
verás escenas de atroz,
verás infelicidad y enfermedad,
verás angustia, muerte y miseria.
Guarda el rebaño, ángel,
todos meros lisiados y mendigos,
ciegos vagando entre la multitud,
todos con la columna trocida,
esperan salvación venida de ti.
Guarda los mediocres, ángel,
sus almas son malditas
todos han puesto anteojeras,
construyeron templos para si,
están con las manos ensangrentadas.
Levanta tu espada, ángel,
acuérdate de las cruzadas,
acuérdate de los decapitados,
cuando te condujiste a Diós,
que haya paz en tu alma.
Oye las oraciones, ángel,
que perezcan todos los enemigos
sé entonces el ángel de la venganza,
les haga sentir en su propria carne,
lo que es sufrimiento, miedo y dolor.