Te levantarás despacio
poco antes de que den las diez,
y te alisarás el pelo,
que con mis dedos deshilé...
Y te abrocharás la falda,
y acariciarás mi espalda
con un "hasta mañana",
y te irás sin un reproche.
Te perderé con la noche
que llama a mi ventana...
Y bajarás los peldaños
de dos en dos, de tres en tres.
Ellos te quieren casa
poco antes de que den las diez.
Vete.
Se hace tarde, vete ya...
Vete ya.
Y, en el umbral de la puerta,
- poco antes de que den las diez -
borrarás la última huella
que en tu cara olvidé...
Y volverás la cabeza.
Y me dirás con tristeza
adiós, desde la esquina.
Y luego saldrás corriendo...
La noche te irá envolviendo
en su oscura neblina...
Tu madre abrirá la puerta,
sonreirá, y os besaréis.
La niña duerme en casa...
Y en un reloj darán las diez.