¡Llueve! Oye cómo llueve.
Madre, cómo llueve.
Oye cómo cae.
¡Y llueve! Oye cómo llueve.
Madre, cómo llueve.
Oye cómo cae.
¿Has visto que llueve? Oye cómo cae.
Tú que decías que ya no llovía.
Que ya nunca estarías de nuevo enamorada
y ahora mírate, estás toda bañada.
¡Y llueve! Madre, cómo llueve
sobre tu cabeza y el aire se refresca.
Y lloverá hasta que la tierra ya no esté de nuevo llena.
Y después se serena.
¡Llueve! Oye cómo llueve.
Madre, cómo llueve.
Oye cómo cae.
¡Y llueve! Oye cómo llueve.
Madre, cómo llueve.
Oye cómo cae.
Oye las gotas que golpean el techo.
Oye el ruido volteándote en la cama.
Uh, renacerá, ya está naciendo ahora.
Oye que llueve y el grano se madura.
Y tú de creces y te haces fuerte
y esas hojas que te parecían muertas,
uh, repueblan las ramas una vez más.
Es la primavera que toca tu puerta.
¡Y llueve! Madre, cómo llueve
antes de que el sol regrese a hacer una fiesta.
Uh, oye, oye como llueve.
Oye las gotas golpear tu cabeza.
¡Llueve! Oye cómo llueve.
Madre, cómo llueve.
Oye cómo cae.
¡Y llueve! Oye cómo llueve.
Madre, cómo llueve.
Oye cómo cae.
¿No eras tú que ya te habías serenado
y que decías que no estarías de nuevo enamorada?
La tierra a veces se nutre con el llanto
pero luego verás que la lluvia volverá.
¡Llueve! Oye cómo llueve.
Madre, cómo llueve.
Oye cómo cae.
¡Y llueve! Oye cómo llueve.
Madre, cómo llueve.
Oye cómo cae.