Canción sin palabras, noche sin nieve
todo a su tiempo, invierno y primavera,
a cada estrella su trozo de cielo,
a cada mar su trago de lluvia.
A cada manzana el lugar de la caída,
a cada ladrón, la posibilidad de robar,
a cada perro, el palo y el hueso
y a cada lobo, los dientes y la maldad.
De nuevo el día blanco detrás de las ventanas,
el día me reta a la lucha.
Siento, al cerrar los ojos,
que todo el mundo se ha alzado en guerra contra mí.
Si hay un rebaño, hay un pastor,
Si hay un cuerpo, debe de haber un espíritu,
Si hay un paso, debe de haber una huella,
Si hay una oscuridad, debe de haber luz.
Si quieres cambiar este mundo,
¿podrás aceptarlo como es,
Levantarte y romper las reglas,
Sentarte en la silla eléctrica o el trono?
De nuevo el día blanco detrás de las ventanas,
El día me reta a la lucha.
Siento, al cerrar los ojos,
que todo el mundo se ha alzado en guerra contra mí.