El día en que me volví invisible
Pasé un café negro a tu lado
Fumé desajustado un cigarrillo
Vestí tu camiseta al revés
Agregé las plantas que allí se secaba
Por eso un olor impregnaba
Tu juicio, mi juicio
Invisible y el mundo a mi favor
Para desvestirme y ser quien soy
Cuando el perfume del invisible te embriagó
Tú me has visto y el mundo también
Y lo que estaba calmado allí se mostró, mi bien