Yo arranque
del jardín del amor
una pequeña flor
que en mi pecho guardé.
Talismán
que me hablaba de ti—
que cuidaba de mi
en el bien y en el mal—
pero se marchito
y perdió su poder
porque ya tu querer
murió.
De ese amor,
que era mi sueño azul,
sólo me quedas tú,
pequeña flor.
Te guardaré
toda una eternidad.
Te besaré
cuando quiera otra vez
soñar.
Pues de aquel
sueño de juventud,
sólo me quedas tú,
pequeña flor.