Bajo la ventanilla
y comienzo a inhalar
la más oscura de las carreteras de campo
y la fuerte esencia de las rosas silvestres
desde el asiento del copiloto, mientras me llevas a casa.
Entonces miro hacia arriba
y forzando la mirada intento
de diferenciar entre estrellas fugaces y satélites
desde el asiento del copiloto, mientras me llevas a casa.
"¿Chocan?"
Pregunto y tú sonríes.
Con mis pies en el tablero
el mundo no importa.
Cuando te sientas avergonzada yo seré tu orgullo
Cuando necesites indicaciones yo seré la guía
para siempre,
para siempre.