Mi viejo Parque Patricios
Querido rincón porteño,
Barriada de mis ensueños,
Refugio de mi niñez.
El progreso te ha cambiado
Con su rara arquitectura,
Llevándose la hermosura
De tu bondad y sencillez.
Cuántas noches de alegría
Al son de una serenata,
En tus casitas de lata
Se vio encender el farol.
Y al vibrar de las vigüelas
El taita de ronco acento,
Hilvanaba su lamento
Sintiéndose trovador.