¿Pero a donde miran ya
esos ojos cansados que tienes?
¿Qué es esa oscuridad que los atraviesa?
Tienes todo el aire de quien
desde hace tiempo ya
ha dado su alma por perdida.
No se mata un dolor
anestesiando al corazón.
Hay algo que, en cambio, puedes hacer
si quieres, si quieres, si quieres.
Habla conmigo.
Háblame de ti.
Yo te escucharé.
Quisiera entender más
ese malestar interior que tienes.
Habla conmigo.
Inténtalo al menos un poco.
No te juzgaré
porque si hay una culpa
no se puede echarla sólo a ti.
Habla conmigo.
Con el mundo puesto como está,
incluso el futuro para ti
lo ves como un mar en tempestad.
Te da miedo, lo sé,
pero yo no creo
que no tengas siquiera un sueño en el bolsillo.
¿Pero por qué ese canto seco?
No te guardes todo adentro.
Hay algo que, en cambio, puedes hacer
si quieres, si quieres, si quieres.
Habla conmigo.
Háblame de ti.
Yo te escucharé.
Quisiera entender más
ese malestar interior que tienes.
Habla conmigo.
Tú dime qué ocurre.
Yo te responderé.
Pero si quieres sanar,
intenta enamorarte un poco de ti.
No te niegues la belleza de descubrir
cuántos amores cultivados puedes hacer florecer
siempre si así lo quieres.
Habla conmigo.
Háblame de ti.
Yo te escucharé.
Quisiera entender más
ese malestar interior que tienes.
Habla conmigo.
Tú dime qué ocurre.
Yo te responderé.
Pero si quieres sanar,
intenta enamorarte un poco de ti.
¡Habla conmigo! ¡Eh!
¡Habla conmigo!
*
Habla conmigo.
Tú dime qué ocurre.
Yo te responderé.
Pero si quieres sanar,
intenta enamorarte un poco de ti.