Es la historia de un hombre que cae de un edificio de 50 pisos.
El tipo, a medida que cae, se repite una y otra vez para serenarse: Hasta aquí todo va bien...Hasta aquí todo va bien...Hasta aquí todo va bien.
Pero lo importante no es la caída. Es el aterrizaje.
Hasta aquí todo va bien...Hasta aquí todo va bien.
Pero lo importante no es la caída. Es el aterrizaje.