En efecto, he cometido errores
por despreocupación o por miedo,
¿pero quién no los ha cometido?
¿Quién no tiene lamentos?
No obstante, he elegido mi camino,
pasado a veces entre las dudas,
pero no me he tomado el tiempo
para lo más importante.
Pues me han dicho
muchas cosas sobre ti.
Pues me han dicho
que me mordería los dedos.
Que debería abrir los ojos.
Que sin ti me sentiría mejor.
He hecho lo que me han dicho.
Todas estas personas que te rodean,
que siempre tienen discursos hermosos,
dicen que les des la mano,
por supuesto, por tu propio bien.
Un momento de descuido
y al final tenían razón.
Entonces, sin regresar,
intento olvidar.
Pues me han dicho
muchas cosas sobre ti.
Pues me han dicho
que me mordería los dedos.
Que debería abrir los ojos.
Que sin ti me sentiría mejor.
He hecho lo que me han dicho.
¿Es este el precio a pagar?
¿Haberse equivocado un día
cada quien por su lado
con el mismo remordimiento?
Pues te han dicho
muchas cosas sobre mí.
Pues te han dicho
que tú te morderías los dedos.
Que necesitabas abrir los ojos.
¡Que sin mí te sentirías mejor!
Pues me han dicho
muchas cosas sobre ti.
Pues me han dicho
que me mordería los dedos.
Y que sin ti,
yo me sentiría mejor.
He hecho lo que me han dicho.