En la divina claridad
en la que te iluminaste,
el calendario sería
un día de cada color.
Futuro, ay cómo quería
desearte un ventarrón
en un romance de amor.
Y la luna aún más clara
quería escuchar tu habla
con palabras de amor,
de amor.
Mi amor cuando se calla
habla más que un pensador,
me enseñó que la vida va
donde la nostalgia quedó,
y mientras la vida no para
no para nunca ese
motor.
Otra alegría más clara
sería escuchar tu habla
con palabras de
amor,
de amor.