Voy a dedicar mi canto a mi patria y mi bandera,
sabanas que tanto quiero, hijas de tierras llaneras,
esteros y morichales, caminos y tolvaneras
con la compañía sagrada del cuarto y arpa llanera.
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Mi llano, qué lindo eres, qué lindo es el ser llanero,
llanura que me has parido y que te quiero de veras,
permíteme que te diera de mi cantar un pajarillo.
Aaay …
Pajarito, pajarillo que cantas por donde quieras,
vamos a unir el cantar pa' cantarle a Venezuela,
la tierra que pare machos y no se dan donde quieran,
de esos que arriesgan la vida, cuando toca defenderla
como lo hizo Bolívar, el que libertador fuera,
que luchó a capa y espada por defender nuestra tierra.
Nosotros que no podemos hacerlo como él lo hiciera,
vamos a hacerlo cantado, pero con voz altanera,
que retumben los caminos, que recorran las fronteras
para mantener en alto y fijar nuestra bandera,
ya que desde muy pequeños nos recorre por las venas
amar, querer y sentir nuestra patria Venezuela.
Aaay …
El tema voy a cambiar por una causa en reclamo,
que no se olvide el folclore, vida del venezolano.
Me voy a unir a la lista de copleros afamados
y en mi inspiración los nombro para jamás olvidarlos:
al Carrao de Palmarito por coplero vergatario,
a Luis Lozada “el cubiro”, de los llanos veterano,
Ángel Custodio Loyola, viejo cantor afamado
y el grandioso Florentino, él que cantó con el diablo,
al chistoso Simón Díaz por su famoso caballo.
Me despido por ahora para volver no sé cuando
y nombrar más cantadores que hasta vivirán luchando
por defender el folclore y costumbres de mi llano.