Dos y dos son cuatro
cuatro y cuatro son ocho
ocho y cho son diez y seis
«¡Repita»! Dice el maestro
Dos y dos son cuatro
cuatro y cuatro son ocho
ocho y ocho son diez y seis
Pero aquí es el pájaro cantor
que pasa en el cielo
el niño lo ve
el niño lo oye
el niño lo llama
«¡Salva me,
juega conmigo
pájaro!
Entonces el pájaro baja
y juega con el niño
Dos y dos son cuatro...
«¡Repita»! Dice el maestro
i el niño juega
el pájaro juega con él...
Cuatro y cuatro son ocho
ocho y ocho son diez y seis
y diez y seis y diez y seis ¿qué es lo que son?
No son nada diez y seis y diez y seis
y por ningún motivo no son treinta y dos
de toda manera
se van.
Y el niño amagó el pájaro
en su pupitre
y todos los niños
oyen su canción
y todos los niños
oyen la música
y ocho y ocho a su turno se van
y cuatro y cuatro y dos y dos
a su turno se largan
y uno y uno no son ni uno, ni dos
uno a uno se van igualmente.
Y el pájaro cantor juega
y el niño canta
y el profesor grita:
¡Cuando habrá acabado de hacer el payaso!
Pero todos los otros niños
escuchan la música
y las paredes de la clase
se derrumban tranquilamente
Y los vidrios se vuelven arena
la tinta se vuelve agua
los pupitres se vuelven árboles
La tiza se vuelve acantilado
el portaplumas se vuelve pájaro.