Estás en mi vida, estás en mi sangre
Ejemplo y figura de todo mi ser,
Igual que una llama eterna, así ardes
Y nunca en la vida yo te olvidaré.
Vos fuiste mi guía en todo camino
Sostén de mis pasos, mi estrella, mi sol,
Vos fuiste maestro, vos sos el amigo
Que ofrece sin pausa su buen corazón.
¡Padre mío...!
Desde el fondo de mi alma
Te recuerdo siempre, siempre
Cada vez con más amor...
¡Padre mío...!
Siempre tuve tu cariño
Para vos soy aquel niño
Que precisa tu calor.
¡Padre mío...!
Por tu amor, por lo que hiciste
Por todo lo que me diste
Te llevo en mi corazón.
Sentí desde niño confianza en la vida
Estando a tu lado, ¡Qué pude temer!
Yo vi el sacrificio, yo vi tus heridas
Luchando con todo, para no caer.
Sacando coraje de todas tus fuerzas
Jamás en la mesa faltaba tu pan,
Con todo respeto te quise y te quiero
Y nunca en la vida yo te he de olvidar.