Le ha azotado las espaldas
su modo de vida,
su modo de vida.
En el cielo de sus penas,
oye cantar,
oye cantar.
Se acuerda de alguna vieja,
años atrás,
años atrás,
en la otra punta del corazón,
en la otra punta del corazón.
Y luego, con un gesto que no se ve,
le gusta dar,
le gusta dar.
Y para partir el pan,
míralo hacer,
míralo hacer
una cruz con la mano
para dar gracias,
para dar gracias,
parece rezar,
parece rezar.
Cuando ve un barco
que se va,
que se va,
se quita siempre el sombrero
para saludar,
para saludar,
para saludar...