Oscura llovizna en el mar.
Pidiendo ayuda, oigo gritar.
¡No puede ser!
Aquí no hay nadie...
¡No puede ser!
No vive nadie...
Y luego, entonces,
¿Quién llamará?
La bruma... La luna será.
Es llanto y risa y no cesa jamás.
¡No puede ser!
Aquí no hay nadie...
¡No puede ser!
No vive nadie...
Y luego, entonces,
¿Quién llamará?
Pero, ¿cuándo acabarán mis dudas?
¿Cuándo alcanzaré estas alturas?
Locura...
Espuma, como caminar.
Si tomo la luna con tan sólo mirar.
Ahora sé
que aquí no hay nadie...
Ahora sé
que aquí no vive nadie...
Y sé quién llama:
¿Quién puede llamar?
Se acabaron de una vez mis dudas:
¡ahora alcanzaré estas alturas!
Locura...
[Coda:]
Lo que hallaron no fue a él,
sino huellas de unos pies...
¡Aah! ¡Aah!
Lo que hallaron no fue a él,
sino huellas de unos pies...
¡Aah! ¡Aah...!