Eres sólo un ensueño
navegando en mi mente.
Nadas en mis océanos secretos
de corales azules y rojos.
Tu aroma es incienso ardiendo.
Tu tacto es seda y, sin embargo,
atraviesa mi piel,
y moviéndose por dentro
se aferra a mi pecho.
¡Pero es sólo cuando duermo!
Te veo en mis sueños.
Me tienes dando vueltas y vueltas,
girando de arriba para abajo.
¡Pero sólo te oigo respirar!
En algún lado en mi sueño
me tienes dando vueltas y vueltas,
girando de arriba para abajo.
Pero es sólo cuando duermo.
Y cuando despierto del letargo,
tus sombras desaparecen.
Tu aliento es sólo niebla marina
circundando mi cuerpo.
Trabajo durante la luz del día
pero cuando es hora de descansar,
me recuesto en mi cama,
escuchando mi aliento,
cayendo por el borde.
¡Pero es sólo cuando duermo!
Te veo en mis sueños.
Me tienes dando vueltas y vueltas,
girando de arriba para abajo.
¡Pero sólo te oigo respirar!
En algún lado en mi sueño
me tienes dando vueltas y vueltas,
girando de arriba para abajo.
Pero es sólo cuando duermo.
Es sólo cuando duermo.
(Arriba hasta el cielo
donde los ángeles vuelan...)
(Nunca moriré,
es un subidón hawaiano...)
(En la cama yazco...)
(No hay necesidad de llorar...)
(Mi llanto adormecido...)
(Un subidón hawaiano...)
atraviesa mi piel,
y moviéndose por dentro
se aferra a mi pecho.
¡Pero es sólo cuando duermo!
Te veo en mis sueños.
Me tienes dando vueltas y vueltas,
girando de arriba para abajo.
¡Pero sólo te oigo respirar!
En la cama yazco.
No hay necesidad de llorar.
Mi llanto adormecido.
Un subidón hawaiano.
¡Pero es sólo cuando duermo!
Me tienes dando vueltas y vueltas,
girando de arriba para abajo.
Arriba hasta el cielo
donde los ángeles vuelan.
Nunca moriré,
es un subidón hawaiano.
¡Pero es sólo cuando duermo!