Bebes café con ella por la mañana
y el humo del primer cigarrillo le da al whisky
y yo corro con mis asuntos
ya sin pensar en que alguna vez fuimos cercanos.
Destruir todo lo mediocre
no me sanaba el alma.
De nuevo los auriculares en los oídos
y mi voz en el interior.
Y yo, ya no estoy triste,
ahora eres arte
y todos nuestros sentimientos
están en este mp3.
Y me recuerdas,
tú, me recuerdas
cada vez que entiendes
que ella no es yo.
Y me recuerdas,
tú, me recuerdas,
vuelves a odiarte
porque ella no es yo.
Me recuerdas.
Me recuerdas.
Me recuerdas.
Me recuerdas... a mí...
Tus ojos cambiaron de color,
ahora no se refleja más que un vacío.
Ella te prepara el almuerzo
pero no es lo mismo porque ella no lo es.
Es que como duele
el recuerdo implacable
pero no se puede arreglar nada
de este dolor.
Y el corazón vuelve a gritar,
no lo puedes llenar
y no dejas
de pensar en ella.
Y me recuerdas,
tú, me recuerdas
cada vez que entiendes
que ella no es yo.
Y me recuerdas,
tú, me recuerdas,
vuelves a odiarte
porque ella no es yo.
Me recuerdas.
Me recuerdas.
Me recuerdas.
Me recuerdas... a mí...
Hola, cómo estás,
veo que todo en la vida es hermoso
y mi huracán a veces sigue tan fuerte.
Paso rápido a revisar tu perfil.
Cuantas veces nos chupamos
la sangre (1)
pero lo que teníamos
con nadie más va a ser tan lindo.
Hola, cómo estás,
de nuevo, estoy solo en el alma.
Perdona lo que escribo,
es solo que estoy un poquito borracho.
Te busco en otras
pero es todo una utopía.
Cómo tú, ya no hay,
ella no es más que tu copia.
Y me recuerdas,
tú, me recuerdas
cada vez que entiendes
que ella no es yo.
Y me recuerdas,
tú, me recuerdas,
vuelves a odiarte
porque ella no es yo.
Me recuerdas.
Me recuerdas.
Me recuerdas.
Me recuerdas... a mí...