El resplandor ligero,
De cada amanecer,
Los pasos del obrero,
Aroma de café.
Me asomo a la ventana,
El mundo sigue ahí,
Vistiendo la mañana,
De lunes feo y gris.
El horizonte es mágico,
Como un amante que,
Le gusta ser romántico,
Como engañándose.
Olvídate, olvídate, que la tristeza ya se va,
Pues mi temor es sonreír, amar, vivir y continuar,
Volando al cielo más azul,
Sabiendo que a mi lado faltas tú.
Recuerdo que mi madre,
A veces me decía,
“Por qué tanto trabajo,
Si no se compra vida”.
Y así las estaciones,
Van desfilando aprisa,
Como desilusiones,
Que arrastra al mar la brisa.
Olvídate, olvídate,
Y acuérdate que ayer,
Los que te comprendían,
No te querían ver.
Olvídate, olvídate, que la tristeza ya se va,
Pues mi temor es sonreír, amar, vivir y continuar,
Volando al cielo más azul,
Sabiendo que a mi lado faltas tú.
Sabiendo que a mi lado faltas tú.
Sabiendo que a mi lado faltas tú.