Nunca es silencio vano
ese que tengo contigo.
Pensando nosotros en lo que sea,
sólo sé que siento amor
cuando te callas conmigo.
Y allí nos quedamos los dos,
cogidos de la mano en mi coche.
Me consuelas siempre así,
callado junto a mí
viendo las tristezas que barro.
Y por más que lo explique bien
lo que va en el corazón,
de repente viene todo,
en esa mirada tuya tan muda
nunca hay silencio vano.