Ella es menor, él es normal,
y lo que están haciendo es un pecado mortal.
Ella se quedó sin boda ni arroz,
y al novio lo agarraron entre muchos, más que dos.
Miren, lo están golpeando todo el tiempo,
lo vuelven vuelven a golpear:
Nos siguen pegando abajo.
Yo estaba en un club, no había casi luz,
la puerta de salida tenía un farolito azul.
Él se desmayó delante de mí,
no fueron las pastillas, fueron los hombres de gris
Miren lo están golpeando todo el tiempo,
lo vuelven vuelven a golpear:
nos siguen pegando abajo.
Ma, Ma, Ma, estoy yéndome,
soy como una luz apagándose.
Desde el piso los pude ver,
locos de placer, alejándose.
Miren lo están golpeando todo el tiempo,
lo vuelven vuelven a golpear:
nos siguen pegando abajo.