No es una película lo que pasa alrededor,
que vemos cada día,
lo que filmamos apartando la mirada.
No es una película y no son extras
las personas distintas, echadas y dispersas
entre nosotros y el fondo
y el resto del mundo que atraviesa la frontera
pero la frontera es redonda y se desplaza
pero a medida que movemos la mirada.
Nos parece lejos porque llevamos un retardo
perenne, constante, basta un instante.
A un paso del centro ya es demasiado distante.
A un paso del mar ya hay demasiada montaña.
A un paso de aquí todo era campo.
Hoy todo es distinto, una vida nunca vista.
Esto de aquí no es una película y no eres el protagonista.
Puedes pedir el corte pero no eres el director.
Te puedes creer hasta arriba pero estás en el fondo de la lista.
Esto no es una película y nuestras casas bellas
no corren el peligro de ser invadidas.
No es un ejército extraño desembarcado en la tierra.
No son extraterrestres que se declaran guerra.
Son solamente hombres que cruzan las fronteras.
Hombres con mujeres, ancianos con niños.
Pobres con pobres que escapan del hambre.
Unos sobre otros por semanas enteras
como ganado en carros a través del desierto.
Recorren un camino a merced de la incertidumbre
para permanecer libres, obligados a hacerse esclavos.
Apiñados en bodegas de naves desastrosas
como nuestros antepasadados contra los monstruos y dragones,
en un viaje al infierno que reservas y pagas.
Sobrevives o te ahogas, este es el límite
porque no es una película, no hay final feliz.
Esto parece una película de esas terroríficas,
desde Transilvania no llegan vampiros sino ocupantes.
De Santo Domingo ni prófugos ni zombies,
sino chicas condenadas a que alguien se las tire.
Desde las Filipinas, criadas e incluso desde Bangladesh.
Desde Belarús sólo carne para bailes privados.
Escapan para satisfacer nuestros vicios y caprichos.
Ellos son las presas, nosotros somos los monstruos.
Ellos la comida, nosotros los comensales.
Y si ellos son las sobras nosotros somos peor que los cerdos,
listos para devorar hasta saciarnos
pero listos para lamentarnos por el hedor de la variopinta humanidad
que nos hace falta, nos ayuda y nos sostiene.
Esto no es una película pero verás que se vuelve una.
Tú pon atención y estáte listo que al momento de filmar los buenos siempre ganan.
Elige de qué lado estar.
Elige de qué lado estar,
del lado de quien motiva.
Elige de qué lado estar,
del lado del mar.
Elige de qué lado estar,
del lado del mar.
Elige de qué lado estar,
del lado del mar.