Te tuve aquí entre las manos.
Aquí... estabas.
Testarudo tú, dictabas leyes
hasta ayer... eh.
Como el viento aleja
cosas que no pesan.
Nos bastó un momento.
Nos separó.
No soy como ella
que nunca protesta.
Ama cómo eres.
No contradice.
Yo no soy como ella
que espera cuando te vas.
Te justifica infeliz.
No soy ella.
Ya elegí continuar
encendiendo solamente una pequeña luz para mí.
En la oscuridad, sabes, se puede brillar
mejor que en el sol.
Como el viento alejó
cosas que me pesan.
Si me oriento iré más allá
porque lo sé.
Yo no soy como ella
que nunca se despega,
te sigue a donde estés
como un objeto.
Yo no soy como quieres,
un engaño, y nunca sé
decirte una mentira sin respeto.
Lee las advertencias.
Ya no soy ella.
Tengo otras exigencias
en las que no estás.
(Yo no soy como ella...)
Que nunca protesta.
Ama como eres.
No contradice.
Yo no soy como ella
que espera cuando te vas.
Te justifica.
(Yo no soy como ella...)
Que se consagra a ti.
(Nunca se rebela...)
Ya no soy ella.
Ahí puesta en un marco,
inmóvil... infeliz.
(No soy ella...)
Infeliz.
(No soy ella...)