La noche susurra, tú llegas de la nada
y ni siquiera sé de donde hemos partido,
pero no sé estar serio si sonríes.
Vengo hacia ti, tú vienes hacia mí.
Echas arenas sobre mis pasos.
Si debes irte, está bien, pero con la luna que hay
para nosotros nunca es demasiado tarde.
Y nunca es demasiado tarde.
Suena extraño, puede darse si luego basta un momento para encontrarnos.
Nunca es demasiado tarde
y bailamos hasta el infinito
afuera de un chiringuito.
Sabes, para ti conmigo
nunca es demasiado tarde.
Nunca es demasiado tarde.
Nunca es demasiado tarde.
Es demasiado tarde solamente para pensar.
No me dejes cuando te dejes marchar.
Somos como dos islas con el mismo mar delante.
Nos conocíamos incluso antes de encontrarnos.
Y quedémonos despiertos hasta que vuelva el sol porque
para nosotros nunca es demasiado tarde.
Y nunca es demasiado tarde.
Suena extraño, puede darse si luego basta un momento para encontrarnos.
Nunca es demasiado tarde
y bailamos hasta el infinito
afuera de un chiringuito.
Sabes, para ti conmigo
nunca es demasiado tarde.
Nunca es demasiado tarde.
Sin más luces encendidas,
desde aquí se ve el alba.
Si quieres, puedes quedarte todavía un rato conmigo.
Y esos días oscuros, dejémoslos caer al fondo del vaso.
Después no te vayas porque
Nunca es demasiado tarde.
Suena extraño, puede darse si luego basta un momento para encontrarnos.
Nunca es demasiado tarde
y bailamos hasta el infinito
afuera de un chiringuito.
Sabes, para ti conmigo
nunca es demasiado tarde.
Nunca es demasiado tarde.