Tengamos sueños que
nos hagan vivir,
tengamos músculos
y un corazón más sincero,
vivamos días en los que
contemos nubes
pero con el amor en un bolsillo que se pueda esconder.
No miremos atrás,
no nos paremos nunca,
juego de equilibrio,
una lengua que no sabes.
Deja que sea el tiempo
quien nos guíe
y, sin más defensas,
saltemos y no nos caigamos nunca.
Verás, verás,
esta noche parecerá
que todo este mundo nos pertenece sólo a nosotros.
Verás, verás
el efecto que producirá,
seamos una ciudad que no se pare nunca,
no se pare nunca.
Las carreteras, los cielos que
hemos visto nosotros
son instantáneas colgadas del pensamiento.
Hagamos nacer
y crecer las ideas,
seamos revolución, seamos sólo tú y yo.
Deja que el momento
llege por nosotros,
se mantenga en equilibio
entre el vértigo y la locura.
No volvamos atrás,
parémonos ahora
y, sin más defensas,
saltemos y no nos caigamos nunca.
Verás, verás,
esta noche parecerá
que todo este mundo nos pertenece sólo a nosotros.
Verás, verás
el efecto que producirá,
seamos una ciudad que no se pare nunca,
no se pare nunca.
Seamos libres de atrevernos
como lluvia que después cae
sobre los tejados de esta ciudad.
Sepan todos nuestro nombre
cuando nos movamos juntos,
no sintamos nunca la gravedad.
Y no nos caigamos nunca,
no nos detengamos nunca
y no nos caigamos nunca.
Verás, verás,
esta noche parecerá
que todo este mundo nos pertenece sólo a nosotros.
Verás, verás
el efecto que producirá,
seamos una ciudad que no se pare nunca,
no se pare nunca.