Noche extraña,
es tarde y estoy despierto todavía,
la cama inmensa como un mar inquieto
con melancolía.
Más allá la ciudad
duerme su sueño mágico,
mientras cae lentamente la vida
en esta habitación.
Noche larga,
quiero seguir en las sombras todavía,
crece el silencio y el calor intenso
de una fantasía.
Y no puedo dejar de pensar
en tu cuerpo cálido,
mirando en mis manos,
la soledad.
Dime que mato amor,
locamente,
y voy a buscar tu piel,
la oscuridad.
Y me invade el temor,
de poderte verte,
si al abrir los ojos
y al mirar descubro que no estás.
Y no puedo dejar de pensar
en tu cuerpo cálido,
mirando en mis manos,
la soledad.
Dime que mato amor,
locamente,
y voy a buscar tu piel,
la oscuridad.
Debidamente,
de poderte verte,
si al abrir los ojos
tú no estás.
Dime que mato amor,
locamente,
y voy a buscar tu piel,
la oscuridad.
Debidamente,
de poderte verte,
si al abrir los ojos
tú no estás.