Me estoy acostumbrando a no mirarte,
me estoy acostumbrando a estar sin ti,
ya no te necesito:
tú ya no me haces falta,
¡qué bien se está solito!
¡Qué bien se vive así!
¡Qué labios maldecidos!
¿Por qué quiero engañarme?
Si yo sin ti me muero, mi vida, ¿dónde estás?
No, no me toquen ese vals porque me mata.
Solo ella lo canta
Y como ella nadie más
Si paso por Florida, te recuerdo.
Si paso por Lavalle, es igual.
Que si estoy en Corrientes
que si estoy en Palermo,
por todo Buenos Aires
conmigo siempre estás.
¿Que voy a acostumbrarme a no mirarte?
¡Qué voy a acostumbrarme!
¡Dios que va!