Fiyero!
Eleka nahmen nahmen
Ah tum ah tum eleka nahmen
Eleka nahmen nahmen
Ah tum ah tum eleka nahmen
Que no se desgarre su carne.
Que no deje mancha su sangre.
Cuando le golpeen,
que no sienta dolor.
Que nunca se rompan sus huesos
y como quiera que traten de destruirlo
que nunca muera...
¡Que nunca muera!
Eleka nahmen nahmen
Ah tum ah tum eleka nahmen
Eleka nahmen nahmen
Ah tum ah tum eleka... eleka...
¿De qué sirve este canto?
Ni siquiera sé qué estoy leyendo.
Ni siquiera sé qué truco debo intentar.
Fiyero, ¿donde estás?
Ya muerto desangrado.
¿Un desastre más que puedo añadir a mi
generoso surtido?
Ninguna buena obra queda impune.
Ningún acto de caridad deja sin resentimiento.
Ninguna buena obra queda impune.
Ese es mi nuevo credo.
Mi camino de buenas intenciones
llevó a donde siempre llevan esos caminos.
Ninguna buena obra
queda impune.
Nessa...
Doctor Dillamond...
Fiyero...
Fiyero!!
Una pregunta obsesiona y hace daño.
Demasiado, demasiado para mencionarlo:
¿De verdad buscaba el bien
o sólo buscaba atención?
¿Es eso lo que son todas las buenas obras
cuando se miran con una mirada fría como el hielo?
Si eso es lo que son todas las buenas obras
quizá esa es la razón por la que...
Ninguna buena obra queda impune.
Todos los deseos de ayudar deberían ser evitados.
Ninguna buena obra queda impune.
Claro, tenía buena intención.
Bueno, ¡mira lo que bienintencionadamente he hecho!
Muy bien, basta. Que así sea.
¡Que así sea, entonces!
Que todo Oz lo sepa.*
Soy malvada por los cuatro costados.
Ya que no puedo conseguir,
Fiyero, salvarte,
prometo no intentar
ninguna buena obra más.
Nunca más.
No haré ninguna buena obra
nunca más.