María y Marcelo, de lado en una barra.
Se miran y dan sorbitos a sus respectivas cañas.
El viste de rojo.
Ella rellena un crucigrama.
Ay, María,
Ay, Marcelo,
¿Quién se acerca a hablarle al otro?
¿Quién se arriesga a fracasar?
¿Quién saltará sin red?
Él la quiere sacar a bailar.
Ella quiere llevárselo a casa.
Te invitaria a vino,
sería dulce, sería amable.
Si quisieras sentarte conmigo, ¡qué momento más agradable!
Cerraríamos el local
la noche sería tan larga y nos iríamos juntos de esta ciudad tan rara.
Y tendríamos hijos bien fuertes y una casa con balcones.
Marcelo alarga el brazo.
María sonríe al aire.
Pero, el rato ha ido pasando, y no encuentran las palabras.
Ël mañana se atreverá.
Ella mañana estará más guapa.
Es una noche fría para ser abril,
no se está en ninguna parte como en casa (x8)