Nadie estará en casa,
Tan solo el atardecer. Y además,
Un día invernal tras la ventana
Y las cortinas a medio cerrar.
Y también los copos blancos
Y su parpadeo al esponjar,
Tan solo los techos, la nieve, y aparte
De los techos y la nieve, nadie más.
Y otra vez dibujara la escarcha,
Y me cubrirá de nuevo hoy
El desaliento del año pasado
Y los rollos del invierno anterior.
Y otra vez con una punzada
Me culparán sin perdonar,
Y la cruz de la ventana
Por la falta de leñas se crujirá.
Pero de repente por el cortinaje
Un leve temblor correrá,-
Midiendo el silencio con los pasos
Tú como un futuro entrarás.
Aparecerás en la puerta
En algo blanco y sin arreos,
En una tela, de la que realmente
Cosen las hojuelas de la nieve.