Ay, Nicaragua, Nicaragüita,
recibe como prenda de amor
este ramo de siemprevivas y jilinjoches
que hoy florecen para vos.
Cuando yo beso tu frente pura
beso la perla de tu sudor,
más dulcita que la frutita de tibuilote
y el jocote tronador.
Ay Nicaragua, Nicaragüita,
mi cogollito de pijibay.
Mi pasión se enterró
en el surco de tu querencia
como un granito de maíz.
Es tu saliva alaste y dulcita
como la savia del marañón
que restaña con alegría todos los días
mi rebelde corazón,
que restaña con alegría todos los días
mi rebelde corazón.
Ay Nicaragua, Nicaragüita,
la flor más linda de mi querer,
abonada con la bendita, Nicaragüita,
sangre de Diriangén.
Ay, Nicaragua sos más dulcita,
que la mielita de Tamagás,
pero ahora que ya sos libre, Nicaragüita,
yo te quiero mucho más.